BUENOS AIRES.- Las repercusiones por la muerte de Alberto Nisman, el titular de la Unidad de Investigación Fiscal AMIA (UFI AMIA), llegarán al recinto del Congreso en los próximos días. El Gobierno nacional formalizó la convocatoria a sesiones extraordinarias para tratar durante febrero la disolución de la Secretaría de Inteligencia (SI), con el objetivo de crear, en su lugar, la nueva Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
La medida había sido anunciada esta semana por la presidenta, Cristina Fernández, quien puso sobre la lupa la “fidelidad” de los espías que prestan servicios para el Estado. La jefa del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) sospecha que estas fuerzas participaron en la elaboración de la denuncia en su contra que realizó Nisman por presunto encubrimiento. Cristina mencionó puntualmente a Antonio “Jaime” Stiusso, un ex espía que integraba hace cuatro décadas la SI y que colaboraba con el fallecido fiscal de la causa AMIA.
En diciembre pasado, la Presidenta había iniciado una reestructuración en la Secretaría de Inteligencia. Las versiones indican que incluso Stiusso fue desplazado de su cargo, y tuvo que jubilarse.
Ahora, la jefa de Estado inició el proceso para reformar la normativa que regula los trabajos de espionaje para el Estado.
Según el decreto N° 137, publicado ayer en el Boletín Oficial de la Nación, se establece que el período extraordinario se extenderá del 1 al 28 de febrero. El instrumento lleva las firmas de Cristina y del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
En el temario propuesto sobresale, como estaba previsto, el proyecto de creación de la Agencia Federal de Inteligencia.
La AFI, según se espera, reemplazará a la SI en la labor de reunir y analizar hechos, riegos y conflictos que afecten la seguridad de la Nación o de sus habitantes. Para ello, se tipificará la prevención de amenazas internacionales del terrorismo, la trata de personas, el narcotráfico, el tráfico de armas y el ciberdelito.
Se espera que uno de los puntos que genere mayor rechazo por parte de la oposición es el referido a las escuchas telefónicas, tarea que en la actualidad lleva adelante la Dirección de Observaciones Judiciales de la SI, conocida en la jerga del espionaje como “La Ojota”.
La intersección de llamados, según el proyecto kirchnerista, pasaría a manos del Ministerio Público Fiscal (MPF) de la Nación, que hoy conduce Alejandra Gils Carbó, de fuertes vínculos con la gestión K. El argumento que postuló Cristina para realizar este traspaso es que el MPF es la única área “extrapoder” en condiciones de llevar adelante esa tarea.
Conducción polémica
La iniciativa, de la que sólo se conocen los anticipos que dio Cristina y algunas versiones surgidas de la Casa Rosada, también establece que la futura AFI tendrá un director y un subdirector, que deberán ser nombrados con acuerdo del Senado de la Nación.
En la oposición habían surgido cuestionamientos, ya que preocupaba la posibilidad de que la cúpula que debute al frente de la AFI seguramente tendrá el impulso del Gobierno nacional, y no descartaban la chance de que estos espías trabajen como “infiltrados” en la próxima gestión presidencial.
Capitanich refutó esta posibilidad, ya que anticipó que el mandato de los directores de la Agencia Federal de Inteligencia culminará junto con el de las autoridades del Ejecutivo nacional. De todas maneras, aún resta la confirmación de que esto será así en el proyecto que llegue al Congreso.
La Presidenta también adelantó en su discurso que están previstas penalizaciones por infracciones a la Ley de Espionaje. Así, quienes no cumplan con la disposiciones vigentes, podrán recibir penas de 3 a 10 años de prisión, delito no excarcelable. Además, serán penados los funcionarios que tomen contactos por fuera de los canales institucionales con miembros de la flamante agencia
La Presidenta había dicho que la disolución de la ex SIDE “es una deuda de la democracia”. “Tal vez me toca a mí hacer la reforma. Hemos visto una suerte de calesita permanente de fiscales, jueces, medios de comunicación, que evidentemente ha quedado a descubierta y que hay que cortar de cuajo”, justificó Cristina cuando se refirió a la crisis en Inteligencia.
Además de las reformas en el área de espionaje, en el temario a tratar en las sesiones extraordinarias figuran “Acuerdos para designaciones y promociones” y “Tratados, Convenios y Acuerdos Internacionales”. (DyN)